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Modelo de Terapia Breve

Actualmente nos encontramos en un mundo de cambios vertiginosos e incluso dolorosos que han traído como consecuencia entre otras cosas, la pérdida de empleo, la falta de unión familiar, presiones económicas y la pérdida de valores, estos problemas aunados a los conflictos conductuales, depresivos y problemas en las relaciones de pareja, conflictos en el trabajo, adicciones, hábitos, problemas alimenticios, fobias, transtornos psicosomáticos, stress, insomnio y un sin fin de transtornos de índole psicológico; demandan soluciones rápidas y adecuadas basadas en terapias breves y efectivas que eviten en la medida de lo posible los tratamientos tradicionales de larga duración.

Qué es la Terapia Breve

La Terapia Breve es un nuevo modelo de terapia que busca solucionar los problemas de la manera más rápida, eficiente y poco dolorosa. Busca atacar el problema que determine el paciente como el causante de su conflicto "Aquí y Ahora". En contraposición al Psicoanálisis tradicional que su enfoque se basa en el pasado, la Terapia Breve acude al pasado únicamente en dos casos: cuando el paciente lo considera importante para solucionar su problemática ACTUAL, o cuando el terapeuta estime obtener recursos adicionales y útiles para ampliar la gama de posibles soluciones al problema planteado.

Si bien la Terapia Breve como lo indica su nombre, implica tratamientos mucho más cortos respecto a otras técnicas tradicionales, esto no significa que la Terapia Breve sea fácil. Su principal enfoque involucra cambiar de una forma e pensar lineal (causa-efecto) a uno sistémico (sistemas, subsistemas y sus interacciones), es decir, no se trata al individuo y su problema en forma aislada, sino que lo considera dentro de su contexto actual y sus interelaciones. Esta filosofía es la que permite a la Terapia Breve aplicarse adecuadamente tanto al tratamiento de familias, como de parejas, individuos, u otros sistemas de interacción humana.

La Terapia Breve es dinámica y flexible, en donde se identifican los problemas y la gama de posibles soluciones, de igual forma se analizan los intentos de solución pasados, para fijar metas y alcances del tratamiento y diseñar las intervenciones adecuadas a cada caso. Esto convierte al proceso de terapia en un esquema totalmente interactivo en donde se complementan las dos partes expertas: el experto en técnicas de Terapia Breve (el terapeuta) y el experto en su problemática (el paciente).

Para que la terapia resulte exitosa, es necesario definir claramente el problema que el paciente desea solucionar, es decir se debe estructurar el problema en términos de las conductas, las interacciones, y/o la comunicación implicada en el mismo, además de cuando ocurre, en donde, con qué frecuencia, a quién le afecta el problema, desde cuando es problema, cómo lo vive cada miembro del sistema, etc.

Por ejemplo, el término "depresión" puede significar para una persona l conjunto de ciertas manifestaciones, tales como: la pérdida de apetito, insomnio y apatía; mientras que para otra persona el mismo término podría percibirse mediante otro grupo de manifestaciones distintas con el llorar continuamente, la distracción o la falta de decisión. Las metas de terapia se definen en relación a cambios concretos que se desean lograr, comenzando con cambios pequeños en los subsistemas los cuales acarrean grandes y notorios cambios que repercuten en todo el sistema.

Una característica peculiar de la Terapia Breve es el trabajo en equipo, esto significa que aunque a cada caso se le asigna un terapeuta principal, existe un grupo adicional de terapeutas al pendiente del desarrollo de las sesiones a través de un circuito cerrado de televisión o de un espejo unidireccional. Los terapeutas del equipo se comunican con el terapeuta principal y comparten sus ideas, comentarios o sugerencias en vivo o en el análisis posterior mediante el uso de videocintas. El trabajar en equipo agiliza el proceso de terapia y recorta el tiempo de tratamiento ya que el paciente cuenta con varios enfoques y puntos de vista respecto a su caso particular.

Quién debe acudir a Terapia Breve

Cualquier persona que se sienta inmersa en alguna problemática, que haya intentado alternativas de solución y que no haya logrado el cambio deseado es una persona susceptible de acudir a una Terapia Breve. Para acudir a este tipo de terapia no necesariamente tiene que existir una patología específica catalogada, basta que sea una situación que el paciente identifique como problema. Todos en algún momento de nuestras vidas nos sentimos agobiados por algún problema o situación que deseamos cambiar y aparentemente no podemos.

Terapia Breve también en las Empresas

Efectivamente, dado que el medio laboral involucra un alto porcentaje de interacciones sociales, la Terapia Breve también se esta utilizando con gran éxito en el mundo como técnica de intervención para resolver conflictos humanos en las Empresas. Quién no ha escuchado frases como las siguientes: ya no soporto a mi jefe!!!, no entiendo lo que quiere, estoy muy presionado, estoy congelado, no me dan la información que necesito, etc. Detrás de estas frases encontramos una percepción particular de un problema "aquí y ahora", por ello la Terapia Breve aplicada a las empresas puede ayudar a mejorar las interacciones, a crear nuevos canales de comunicación, a establecer límites formales e informales, jerarquías, nuevas perspectivas de solución. Sabemos que el clima laboral es fundamental para la productividad de una empresa, si existen conflictos internos la fluidez del trabajo se limita y puede en casos extremos estancarse y provocar problemas serios al crecimiento.

Por todo lo anteriormente expuesto, podemos afirmar que la Terapia Breve se constituye en sí misma en una herramienta de CAMBIO que considera individuos, parejas, familias y hasta empresas, para acceder a caminos de solución rápidos y efectivos que permitan encarar el reto continuo de sobrepasar los obstáculos que la vida nos presenta día con día.

Estela Durán Mena, Ph.D

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