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Enero, un mes de buenos propósitos

Generalmente las listas de nuevos propósitos son encabezadas por deseos de terminar con conductas autodestructivas como el fumar, beber en exceso, de comer compulsivamente, algunos más graves como dejar las drogas y un sin fin de conductas que son dañinas e incluso reconocidas abiertamente por la persona.

La frase QUIERO PERO NO PUEDO generalmente acompaña a estos grandes propósitos. Entonces, ¿qué pasa si la gente en verdad tiene toda la intención de cambiar pero efectivamente parece incapaz de hacerlo?.

La razón que esas conductas ya se convirtieron en un mal hábito y los hábitos se encuentran sembrados en el inconsciente, por lo tanto se vuelven automáticos e irracionales; es decir no pasan por la conciencia, se realizan casi de forma involuntaria e imperceptible para la persona.

Por eso es que la gente dice quiero (el consciente) pero no puedo (el inconsciente), y al reconocer que 95% de lo que hacemos en el día es manejado por el inconsciente. El consciente generalmente sucumbirá en el intento o si lo logra lo hará con un gran esfuerzo por parte de la persona y por poco tiempo. En estos casos la fuerza de voluntad no es suficiente.

Es por eso que habrá gente que logre seguir por ejemplo una dieta pero lo hará “bien” por algunos días y nuevamente su antiguo “hábito” terminará por imponerse nuevamente haciendo que “rompa” la dieta. Lo mismo sucede con cualquier tipo de adicción.

Por eso la HIPNOSIS es “la herramienta por excelencia” para lograr “el tan deseado cambio” ya que la hipnosis nos ayuda a acceder al inconsciente (lugar en donde esta cimentado el problema).

Estela Durán Mena, Ph.D.

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